Comenzamos nuestro recorrido por Sevilla cruzando uno de sus símbolos más reconocidos: el Puente de Triana o Puente de Isabel II. Desde aquí se tienen unas vistas maravillosas del río Guadalquivir y del centro histórico de la ciudad, perfectas para sacar las primeras fotos del viaje.
🏘️ Triana: historia, carácter e identidad sevillana
Triana no es solo un barrio, es una forma de ser y sentir Sevilla. Situado al otro lado del Guadalquivir, fue históricamente el barrio de marineros, alfareros, toreros y artistas, donde convivían el trabajo duro con el arte y la devoción popular. Durante siglos, muchos de sus habitantes se dedicaron a la cerámica y la azulejería, llenando de color patios, iglesias y fachadas que aún hoy conservan ese sello trianero inconfundible.
Triana es conocida por su orgullo de barrio, su espíritu independiente y su profunda vinculación con la Semana Santa, el flamenco y la tradición popular andaluza. Pasear por sus calles es respirar autenticidad: aquí la gente vive con pasión, habla con arte y siempre tiene tiempo para compartir una tapa o una historia.
🎭 Algunos trianeros famosos que han llevado su nombre por el mundo:
Antonio Canales, bailaor flamenco.
Remedios Amaya, cantante y representante de España en Eurovisión.
Esperanza Fernández, una de las grandes voces del flamenco actual.
Juan Belmonte, legendario torero trianero.
María Jiménez, cantante y actriz, símbolo del carácter libre y valiente de Triana.
🌉 El Puente de Triana: primeras vistas del Guadalquivir
Justo al cruzarlo, encontramos una pequeña joya: la capilla del Carmen, también llamada la capillita del Puente. Es muy pequeña pero encantadora, adornada con cerámicas y flores. Aunque suele estar abierta, en esta ocasión solo pudimos verla desde fuera, ya que tiene horarios específicos de visita.
🙏 Devoción trianera: la Iglesia de los Marineros y la Esperanza de Triana
A pocos metros del puente se encuentra la Iglesia de los Marineros, uno de los templos más queridos de Sevilla y verdadero corazón espiritual del barrio. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando fue construida como capilla para atender las necesidades religiosas de los marineros del Guadalquivir. Desde 1962 es sede canónica de la Hermandad de la Esperanza de Triana, una de las cofradías más populares y queridas de la Semana Santa sevillana.
En su interior se veneran dos imágenes de enorme devoción:
Nuestra Señora de la Esperanza de Triana, una de las vírgenes más emblemáticas de Sevilla. Tallada originalmente en el siglo XIX y atribuida a José de la Peña y Fernández, ha sufrido varias restauraciones a lo largo del tiempo. Su rostro dulce y sereno es símbolo de fe y esperanza para los trianeros, y cada Madrugá del Viernes Santo protagoniza uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa sevillana, cuando cruza el puente hacia el centro de la ciudad.
El Santísimo Cristo de las Tres Caídas, obra atribuida al imaginero Marcos Cabrera (siglo XVII), es una de las tallas más impactantes del barroco sevillano. Representa con gran fuerza expresiva el tercer tropiezo de Cristo camino del Calvario, y es una imagen profundamente venerada no solo por los cofrades, sino por todo el pueblo sevillano.



Tuvimos la suerte de coincidir con un momento muy emotivo: la conocida cantante y presentadora Laura Gallego, se encontraba en la iglesia, haciendo un programa en directo para Canal Sur Televisión, la entrevistaban y le cantaba a la Virgen.
Fue una experiencia preciosa y totalmente inesperada, que pudimos grabar como recuerdo.
🚶♀️ Paseando por las calles de Triana
Después de la visita religiosa, seguimos nuestro recorrido por el Barrio de Triana, recorriendo algunas de sus calles más típicas: Pureza, Betis y Rocío. Cada una conserva ese aire tradicional, con fachadas coloridas, patios llenos de plantas y el bullicio propio de un barrio con vida.
Triana se siente auténtica, viva y orgullosa de su historia. En cada esquina hay una cerámica, una cruz o un bar que cuenta su propia historia.
🍽️ Tapeo en Triana: Las Golondrinas y La Blanca Paloma
Después del paseo, nos acercamos a Las Golondrinas, uno de los bares más recomendados de la zona. Como era la hora del mediodía (sobre las 13:00), empezaba a llenarse, pero encontramos sitio y pedimos lo típico:
Tapa de Punta de Solomillo, deliciosa, tierna y con el punto perfecto.
Chipirones a la plancha, muy bien hechos y sabrosos.
Con dos cervezas y el servicio de pan, la cuenta fue de 10 euros, un precio estupendo para la calidad y el ambiente del lugar. El servicio rápido, amable y ese toque andaluz que te hace sentir que estás realmente en Sevilla.
🍤 Segunda parada gastronómica: La Blanca Paloma
Continuamos nuestro recorrido gastronómico en La Blanca Paloma, otro de los clásicos de Triana. Nos sentamos dentro (ya que lloviznaba un poco) y pedimos sus especialidades:
Media de mejillones tipo tigre (dos unidades grandes y muy buenos).
Tapa de berenjenas rellenas de gambas, espectaculares, una auténtica delicia.
Media de boquerones fritos, abiertos sin raspa y crujientes, un acierto total.
Íbamos a pedir medias raciones de todo, pero el camarero nos aconsejó no hacerlo porque sería demasiado. ¡Y tenía toda la razón! Con esas tres tapas fue más que suficiente para comer los dos.
El servicio fue de 10, rápido, limpio y muy amable. Aunque dentro hay pocas mesas, el ambiente es acogedor y auténtico. En la terraza había más espacio, pero con la llovizna preferimos resguardarnos.
🌧️ Fin de jornada y descanso
Después de un día completo entre historia, devoción y buena comida, regresamos al alojamiento. Cenamos algo ligero en la habitación y descansamos, pendientes del tiempo, ya que la lluvia podía cambiar nuestros planes para el día siguiente.
Así terminaba nuestro primer día en Sevilla, dedicado a descubrir el alma trianera, ese lado del río donde la ciudad se muestra más auténtica y donde la vida se celebra entre tapas, fe y tradición.
📌 Resumen del Día 1
Zona visitada: Triana
Lugares destacados: Puente de Triana, Capilla del Carmen, Iglesia de los Marineros, calles Pureza, Betis y Rocío
Tapas recomendadas: Punta de solomillo (Las Golondrinas), berenjenas rellenas de gambas (La Blanca Paloma)
Sensación general: Un día perfecto para descubrir el alma sevillana entre historia, devoción y buena gastronomía.

Día 2 en Sevilla: historia, arte y callejones con encanto
El segundo día amaneció con lluvia, lo que nos obligó a cambiar los planes y salir un poco más tarde. Pero incluso con paraguas en mano, Sevilla conserva su magia, y lo comprobamos nada más comenzar el recorrido. 🏛️ Casa Salinas: un palacio con alma sevillana Mientras esperábamos que abriera la Catedral, nos acercamos a

Día 3 en Sevilla: devoción, palacios y jardines de ensueño
Recorremos los rincones más emblemáticos de Sevilla: el majestuoso Real Alcázar, los mosaicos del Palacio de la Condesa de Lebrija, la elegancia del Palacio de Dueñas y el barroco espectacular de la Iglesia de San Luis de los Franceses. Un itinerario imprescindible para descubrir la esencia monumental de la ciudad, su historia viva y la belleza que se respira en cada rincón.

Sevilla día 4: el Parque de María Luisa, la Plaza de España y un paseo por el Guadalquivir
Un último día recorriendo Sevilla entre el Parque de María Luisa, la Plaza de España y sus palacios históricos, disfrutando de un relajante paseo en barco por el Guadalquivir, tapeando en locales tradicionales y visitando la iglesia de Santa María Magdalena y la Capilla de Montserrat. Una jornada para saborear el encanto sevillano y despedirse de la ciudad con ganas de volver.


