Primer Día en Dubai
Dubái fue la primera escala en nuestra emocionante aventura por Asia, y no pudo haber sido un mejor punto de partida. Pasamos 4 días explorando la majestuosidad de Dubái y la cercanía de Abu Dhabi, la cual es perfecta para una escapada de un día desde la ciudad.
Volamos con Emirates, una de las mejores aerolíneas del mundo, y la experiencia estuvo a la altura de su reputación. Los asientos eran amplios y sorprendentemente cómodos, con espacio más que suficiente para las piernas, algo que se agradece en vuelos largos. Cada pasajero tenía su propia pantalla con un sistema de entretenimiento repleto de películas y juegos. El servicio fue excelente, haciendo que las horas en el aire pasaran volando, literalmente.
Sin embargo, al llegar al aeropuerto de Dubái, la experiencia cambió un poco. El avión estacionó en un extremo lejano de las pistas, lo que nos tomó más de media hora llegar a la terminal. Luego, pasamos otro largo rato en la fila de inmigración. Finalmente, después de recoger nuestras maletas y dirigirnos al mostrador de alquiler de coches, ya había transcurrido hora y media desde nuestro aterrizaje.
Recogiendo el Vehículo de Alquiler
Teníamos un coche de alquiler reservado con Rentacars, sin ningún problema: un Ford Focus en perfecto estado que sería nuestro compañero para descubrir Dubái. Sin embargo, salir del aeropuerto y enfrentarse al tráfico de Dubái fue toda una experiencia. Imaginen autopistas de 8 a 10 carriles que se entrelazan como un rompecabezas gigante, avenidas con 6 carriles en cada dirección… ¡una locura! A pesar de tener un navegador, llegar a nuestro apartamento reservado fue un verdadero desafío.
Playa de Umm Suqeim, Dubai
Una de las primeras cosas que nos sorprendió al llegar a Dubái fue el calor. ¡Apenas pasaban las 8 de la mañana y ya estábamos a 30 grados!, eso a finales de Octubre.
El día prometía ser ardiente, pero estábamos listos para disfrutarlo al máximo. Para celebrar nuestra llegada, decidimos ir a la playa de Umm Suqeim, una de las pocas playas gratuitas en Dubái, ya que muchas son de pago. Esta playa es famosa por ofrecer las mejores vistas del icónico hotel de 7 estrellas, el Burj Al Arab.
La playa es simplemente espectacular, con arena blanca y aguas cristalinas que parecían casi un caldo, tan cálidas que se sentían como un abrazo del sol. Después de un largo vuelo nocturno, el chapuzón en esas aguas fue un verdadero regalo. A esa hora, el sol ya calentaba con fuerza, elevando la temperatura a unos deliciosos 40 grados. Una experiencia inolvidable.
Después de disfrutar de la playa, nos dirigimos a la zona de Marina Mall, un barrio que impresiona con sus rascacielos, muchos aún en construcción, que rodean un moderno puerto deportivo. Y, como no podía faltar en Dubái, visitamos el centro comercial Marina Mall, que parece ser la respuesta a todo en esta ciudad, donde los centros comerciales son auténticos templos del ocio y el consumo.
Dubai Mall
Después de disfrutar de una comida en una terraza en la zona, con un calor que ya se había vuelto casi insoportable, decidimos regresar al hotel para refrescarnos con una buena ducha. Una vez recuperados, nos lanzamos a explorar uno de los mayores íconos de Dubái: el Dubai Mall, que no solo es el centro comercial más grande del mundo, sino que también atrae a más visitantes al año que la ciudad de Nueva York.
En Dubái, todo se trata de llevar el lujo y la grandiosidad al extremo. Desde el centro comercial más grande hasta el edificio más alto y la pista de esquí indoor más larga del mundo, todo aquí es una demostración de opulencia. El Dubai Mall es inmenso, con 10 plantas de aparcamiento que parecen no tener ni una plaza libre. Nos tomó una hora entera subir y bajar plantas hasta encontrar un lugar donde dejar el coche.
Lujo en el Dubai Mall
Al entrar, te sumerges en un mundo donde el lujo es la norma. Las marcas más exclusivas de joyería, perfumería y moda se exhiben en cada esquina.
El centro es tan vasto que recorrerlo por completo en una semana sería una tarea monumental. A medida que caminas por sus pasillos, te das cuenta de que estás en el verdadero imperio del lujo.
Los dubaitíes, con sus impecables kandoras, la tradicional túnica blanca que parece brillar de lo inmaculada, pasean con un estilo que refleja perfección: cortes de pelo y barbas perfectamente cuidados, modales exquisitos y, claro, gustos costosos.
El aparcamiento del Dubai Mall es una auténtica pasarela de coches de lujo, y muchos de los dubaitíes están acompañados por sus esposas, algunas vistiendo burkas que solo dejan ver sus ojos, pero todas con accesorios que gritan exclusividad, como bolsos que fácilmente podrían costar 3000 euros.
Fuentes del Dubai Mall
Después de horas recorriendo el Dubai Mall, maravillándonos con cada tienda y vitrina, finalmente salimos al exterior, donde nos esperaba otra de las joyas de Dubái: el lago y su famoso espectáculo de fuentes.
Inspiradas en las del casino Bellagio de Las Vegas, pero, como todo en Dubái, estas son más grandes, más impresionantes, y rodeadas de un escenario único.
El espectáculo cobra vida con el imponente Burj Khalifa como telón de fondo.
Con más de 800 metros de altura y más de 160 plantas, este rascacielos no solo domina el horizonte de Dubái, sino que también ostenta el récord como el edificio más alto del mundo.
Ver las fuentes danzar al ritmo de la música bajo la sombra de este coloso es una experiencia que te deja sin aliento, y por un momento, te hace sentir que estás en el corazón de un lugar donde lo imposible se hace realidad.
Segundo Día en Dubai
Metro de Dubai
Segundo día en Dubái, y nuestra aventura continúa. Hoy nos dirigimos al corazón del viejo Dubái, conocido como Bur Dubái, utilizando uno de los sistemas de transporte más avanzados del mundo: el metro de Dubái.
Pero antes de subirte a este tren futurista, hay algunas peculiaridades que debes conocer. Para empezar, necesitarás tu billete tanto para entrar como para salir, ya que el costo se calcula según la distancia recorrida.
Además, el metro cuenta con un vagón exclusivo para mujeres y otro para VIPs. ¡Y qué decir del aire acondicionado! Es tan potente que necesitarás una chaqueta, incluso en pleno desierto.
Lo que realmente te dejará sin palabras es la limpieza impecable y la modernidad de este transporte, aunque no es precisamente económico, cada dirham vale la pena.
La mayor parte del trayecto el metro circula de manera elevada, lo que te permite disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad mientras te desplazas.
Viajar en este metro es más que un simple traslado; es una experiencia en sí misma que te sumerge en el contraste entre el pasado y el futuro de Dubái.
Bur Dubai
Llegamos a Bur Dubái y, de inmediato, nos encontramos con un Dubái completamente distinto al que habíamos visto hasta ahora. Aquí, las calles están llenas de comercios hindús que nos transportan de regreso a nuestro viaje por la India, con sus coloridas telas y bulliciosos bazares que venden de todo.
Mientras paseamos, el calor se vuelve más intenso, pero la autenticidad de este lugar nos impulsa a seguir explorando. Finalmente, llegamos al zoco, un vibrante mercado repleto de souvenirs y recuerdos donde hicimos nuestras primeras compras.
Cruzando el Creek
Desde allí, nos dirigimos a la estación marítima para cruzar el Creek, un brazo de mar que se adentra varios kilómetros en tierra firme.
Para hacerlo, abordamos una «abra», una típica barca local que, por solo un dirham (unos 25 céntimos de euro), te lleva de un lado a otro junto a una multitud de personas que cruzan constantemente.
El Creek es un hervidero de actividad, con barcas que no paran de transportar gente, dándonos una visión fascinante de la vida cotidiana en Dubái.
Zoco del Oro
A medida que caminamos por las calles, el calor se vuelve cada vez más abrumador, pero nada nos detiene hasta que finalmente encontramos el espectacular zoco del oro.
Este mercado es algo fuera de lo común; la cantidad de oro exhibido es simplemente asombrosa, con collares y colgantes que, en algunos casos, parecen más vestidos que joyas. El detalle y el trabajo artesanal de cada pieza son impresionantes, agregando aún más valor a estos tesoros.
Entre las maravillas expuestas, destaca el anillo más grande del mundo, porque ¿dónde más podría estar sino en Dubái?.
Este colosal anillo, con un peso de 64 kilos, ostenta un certificado Guinness y, por supuesto, lleva un cartel que dice «NO ESTÁ A LA VENTA». No es difícil imaginar a más de uno preguntando por su precio, atraídos también por el diamante tallado más grande que jamás hayamos visto. En fin, en Dubái, todo es lo más de lo más, y este zoco es el epítome de esa grandiosidad.
Zoco de las Especias Bur Dubai
Después, nos adentramos en el zoco de las especias, un mercado más pequeño y discreto en comparación con el deslumbrante zoco del oro, pero no menos fascinante.
Aquí, los sentidos cobran vida mientras recorremos sus estrechos pasillos, rodeados de montones de especias exóticas que rara vez vemos en nuestra tierra. Los intensos aromas de curry, canela, y otras especias llenan el aire, transportándonos a un mundo de sabores y fragancias que evocan la rica tradición culinaria de Oriente Medio.
Aunque más modesto en apariencia, el zoco de las especias es un tesoro escondido, donde cada rincón cuenta una historia a través de sus colores y olores.
Subida al Burj Khalifa
Nos dirigimos nuevamente al metro para desplazarnos hacia el imponente Dubai Mall, donde planeamos comer antes de nuestra esperada visita al Burj Khalifa.
Al salir del metro, nos encontramos a unos 1200 metros de la entrada del centro comercial, pero el trayecto es sorprendentemente agradable gracias a una cómoda pasarela con aire acondicionado y cintas mecánicas que hacen que el recorrido sea un paseo.
Con el calor sofocante que hacía, caminar por las calles hubiera sido un verdadero suplicio, además de que los alrededores están en constante construcción, lo que complicaría aún más el trayecto.
Food Courts en el Dubai Mall
Una vez en el Dubai Mall, nos dirigimos a la zona de Food Courts para almorzar, y nos encontramos con una oferta culinaria que nos dejó asombrados.
Aquí puedes encontrar de todo: desde pizzas y carnes hasta las típicas hamburguesas, con prácticamente todas las cadenas internacionales que conoces, como McDonald’s, Burger King, y Pizza Hut. La sorpresa fue aún mayor cuando descubrimos que los precios son más económicos que en España.
Sí, ¡más baratos! No pudimos evitar pensar que en casa nos están tomando el pelo.
Otra curiosidad del lugar es el sistema de mesas en la zona de comida. Puedes comprar lo que desees en cualquier establecimiento y luego sentarte en cualquiera de las numerosas mesas disponibles, que no están asociadas a ningún local en particular. Te sientas donde te apetece, y te vas cuando quieras, mientras el personal del centro comercial se encarga de recoger y limpiar, lo que hace que la experiencia sea aún más cómoda y relajante.
Lago junto al Burj Khalifa
Después de disfrutar de una deliciosa comida, nos dirigimos al emblemático lago donde tiene lugar el famoso espectáculo de las fuentes danzantes.
La razón no era otra que contemplar el majestuoso Burj Khalifa en todo su esplendor bajo la luz del día.
Las vistas desde allí son absolutamente impresionantes, y por supuesto, no pudimos resistirnos a capturar el momento con algunas fotos que hablan por sí solas.
Luego nos dirigimos al acceso principal del Burj Khalifa, donde comenzamos nuestro recorrido con una fascinante exposición temática sobre la construcción de este icónico edificio. La información fue tan interesante que nos hizo apreciar aún más la magnitud de esta obra maestra de la ingeniería moderna.
Con ansias, nos dirigimos hacia uno de los ascensores, y en un abrir y cerrar de ojos, ascendimos 124 pisos en tan solo un minuto.
La velocidad era tal que apenas se percibía el movimiento, aunque la presión en los oídos nos recordaba la increíble altura que estábamos alcanzando. Al llegar al mirador, parte del cual es al aire libre, nos quedamos sin palabras. Las vistas desde allí son simplemente indescriptibles, pero como dicen, una imagen vale más que mil palabras, así que os invito a juzgarlo por vosotros mismos.
¡Este es un lugar que todo viajero debe experimentar al menos una vez en la vida!




Dubai Marina
La tarde comenzaba a desvanecerse cuando tomamos el metro de nuevo, esta vez con destino a la espectacular Dubai Marina. Queríamos ser testigos de la magia del skyline nocturno, donde los rascacielos que rodean el puerto deportivo se transforman bajo una iluminación que los hace absolutamente deslumbrantes. Y, sinceramente, la experiencia superó todas nuestras expectativas.
Al llegar, nos recibió una brisa agradable que anunciaba el descenso de las temperaturas, creando el ambiente perfecto para un paseo por la marina.
Esta zona, con su encantador paseo marítimo, está llena de acogedoras terrazas, ideales para cenar o simplemente tomar algo mientras disfrutas de unas vistas que se quedan grabadas en la memoria.
Si hay un lugar en Dubái que define la esencia de la modernidad y el lujo, es sin duda la Dubai Marina por la noche. Es una experiencia imperdible que ningún viajero debería dejar pasar. ¡Simplemente mágica!
Tercer Día salida de Dubai.
Con esto llegamos al final de nuestra increíble aventura en Dubái. El último día fue dedicado a empacar y prepararnos para el regreso.
Con todo listo, nos pusimos en marcha hacia el aeropuerto, que se encuentra a unos 30 kilómetros de nuestro hotel. Aunque la autopista de seis carriles parecía prometedora, nos encontramos con un atasco que nos hizo avanzar apenas 10 kilómetros en una hora.
Afortunadamente, el tráfico se despejó más adelante y llegamos sin mayores contratiempos, lo cual fue un alivio, ya que habíamos salido con suficiente antelación.
Una vez en el aeropuerto, devolvimos el coche de alquiler y pasamos sin problemas todos los trámites de embarque. Esa noche, nos esperaba un vuelo a Bangkok a bordo de un impresionante Airbus A-380, el avión más moderno del momento. Con sus dos pisos y capacidad para 600 pasajeros, la experiencia fue espectacular. La atención a bordo y la comodidad superaron nuestras expectativas, y gracias a que reservamos nuestros billetes con mucha antelación, conseguimos unos asientos excelentes.
Pero esta es solo una parte de nuestro viaje. La próxima parada es Tailandia, y esa historia la encontraréis en nuestros próximos posts. ¡No os lo perdáis!


