Maleteando 2.0

Blog de Viajes

Escapada a Marrakech

Marrakech 4 días en la Ciudad Roja

Marrakech la vibrante ciudad marroquí situada al pie de las montañas del Atlas. Conocida como la «Ciudad Roja» por el color de sus edificios de adobe, es uno de los destinos más populares de Marruecos debido a su rica historia, cultura, y arquitectura única.

Vuelo a Marrakech

Volamos a Marrakech desde Málaga con la aerolínea Vueling. Fue un vuelo corto y sin contratiempos. Al llegar, lo primero que te encuentras es el control de pasaportes, donde te preguntan sobre tu alojamiento en Marruecos, ya sea la dirección o el nombre del hotel, antes de poder acceder a la zona de llegadas.

Acceso a Internet

Nuestra primera prioridad fue conseguir acceso a internet. En el hall del aeropuerto, hay mostradores de las principales compañías de telecomunicaciones como Inwi, Orange y Maroc Telecom. Optamos por una tarjeta SIM de Maroc Telecom, que nos ofreció 20 GB de datos por 20 euros, y no hubo ningún problema en pagar en euros.

Marrakech, Día Uno

Riad Andalla Marrakech

Habíamos acordado el traslado con nuestro Riad, y al llegar a Marrakech, nos recibió un conductor sosteniendo un cartel con el nombre del Riad. Nos llevó directamente al corazón de la ciudad, justo hasta la entrada de la icónica Plaza Jemaa el-Fnaa. Como la plaza es una zona peatonal, un empleado del Riad nos estaba esperando allí con un carrito para transportar nuestras maletas. Nos acompañó por las estrechas y vibrantes calles hasta el Riad, donde finalmente nos dejó instalados, listos para comenzar nuestra aventura en Marrakech.

Riad Andalla

Nos alojamos en el Riad Andalla, un encantador refugio ubicado a solo 100 metros de la Plaza Jemaa el-Fnaa, ofreciendo vistas inigualables de la plaza desde su azotea.

Este Riad dejó una impresión imborrable en nosotros. Su ubicación es perfecta, permitiendo estar en el corazón de Marrakech y disfrutar de vistas panorámicas de la plaza desde la terraza. El desayuno, servido en la azotea, es una auténtica delicia, y la decoración tradicional marroquí del Riad, junto con el excelente servicio, nos hicieron sentir verdaderamente inmersos en la cultura local.

Aunque las habitaciones son algo pequeñas y el baño, aunque decorado de manera auténtica, resulta un tanto poco práctico, estos detalles no opacan la experiencia. Sin duda, regresaríamos al Riad Andalla en nuestra próxima visita a Marrakech.

Aquí teneis el enlace a Booking donde hicimos la reserva.

Cambio de Moneda

Lo primero que teníamos que hacer era conseguir moneda local, y el sitio que dicen ofrece el mejor cambio de todo Marrakech, es la casa de cambio situada en los bajos del Hotel Ali en la misma Plaza Jemaa el-Fnaa.

Nos dirigimos a la casa de cambio ya comprobando en ambientazo que reina en la plaza durante todo el día, con bastantes puestos abiertos tanto de comida como de fruta o zumos. A la llegada al Hotel Ali una hermosa cola nos demuestra que es uno de los mejores lugares para cambiar moneda, en el aeropuerto daban diez con once dírhams y cambiamos a diez setenta y siete dírhams por euro.

Casa de Cambio Hotel Ali Marrakech

Casa de Cambio Hotel Ali

Nuestra primera tarea en Marrakech fue conseguir moneda local, y según nos informaron, el mejor lugar para hacerlo es la casa de cambio ubicada en los bajos del Hotel Ali, justo en la emblemática Plaza Jemaa el-Fnaa.

Nos dirigimos hacia allí, aprovechando para sumergirnos en el vibrante ambiente de la plaza, que está llena de vida a cualquier hora del día. Los puestos de comida, fruta y zumos estaban en plena actividad, creando un panorama lleno de color y aromas.

Al llegar al Hotel Ali, una larga fila nos confirmó su reputación como uno de los mejores lugares para cambiar moneda. Mientras que en el aeropuerto ofrecían 10,11 dírhams por euro, aquí logramos cambiar a 10,77 dírhams por euro, lo que demuestra la ventaja de buscar el mejor cambio en la ciudad.

Nuestra primera comida en Marrakech

A pesar de que era tarde, decidimos salir a comer y optamos por el restaurante Chef Chegrouni, ubicado en una esquina de la Plaza Jemaa el-Fnaa, con una terraza que ofrece vistas espectaculares de la plaza.

Nos aventuramos con la tradicional pastela de pollo y almendras, que resultó ser deliciosa, y también pedimos una brocheta de pollo con cinco suculentos pinchitos, patatas fritas, y aceitunas. Para beber, pedimos una botella grande de agua, una pequeña Fanta, y una Coca-Cola. La cuenta ascendió a 185 dírhams, sin incluir la propina, que el camarero nos recordó con una sonrisa.

Plaza De Jamaa el Fna Marrakech

Conociendo la Plaza Jemaa el-Fnaa

Después de nuestra comida, decidimos explorar los alrededores de la Plaza Jemaa el-Fnaa, que estaba llena de vida con una gran variedad de puestos que ofrecían desde comida y zumos de frutas frescas hasta una infinidad de artesanías y curiosidades.

A medida que la tarde avanzaba, los vendedores comenzaban a montar sus puestos nocturnos, preparando la plaza para la animada vida nocturna que la caracteriza.

El ambiente era fascinante: encantadores de serpientes mostraban sus habilidades, los monos danzaban para atraer a los turistas, músicos callejeros llenaban el aire con ritmos tradicionales, y todo el mundo, con una sonrisa, pedía una propina por su espectáculo. Tras empaparnos de esta vibrante atmósfera, regresamos al Riad para descansar un poco y recargar energías, esperando que cayera la tarde para volver a salir y seguir disfrutando de Marrakech.

Paseo Nocturno

Al anochecer salimos del Riad y nos aventuramos a dar un paseo por la vibrante Plaza Jemaa el-Fnaa, dejándonos llevar por la energía contagiosa de la medina. Exploramos las calles cercanas y encontramos una pequeña plaza con una pizzería que nos pareció un rincón tranquilo en medio del bullicio.

Decidimos sentarnos allí para cenar, compartiendo una pizza grande y dos refrescos, todo por tan solo sesenta dírhams.

Probando los zumos naturales

Antes de regresar, nos detuvimos en un puesto cercano para probar los zumos de granada natural.

Estaban deliciosos, y a quince dírhams cada uno, fue un capricho bien merecido. Luego, regresamos al Riad caminando, disfrutando del ambiente nocturno de Marrakech.

Al llegar, subimos a la terraza para deleitarnos con las vistas nocturnas de la ciudad. Para cerrar la noche, el personal del hotel, siempre atento, nos trajo agua para preparar un té y un café. La amabilidad del servicio realmente hizo que nuestra primera noche en Marrakech, fuera aún más especial.

Dejamos el video que realizamos de nuestra experiencia en la Plaza Jemaa el-Fnaa

Marrakech, Segundo día.

Hoy comenzamos el día bien temprano, con un desayuno espectacular en el Riad. Nos deleitamos con zumo de naranja recién exprimido, café, una selección de dulces, y varios tipos de pan acompañados de mermelada, mantequilla y quesitos.

Desayuno Riad Andalla Marrakech

Free Tour por Marrakech

Después de este festín matutino, dejamos el Riad y nos dirigimos al Hotel Islan, donde comenzamos el Free Tour que teníamos reservado con Civitatis.

Nuestra primera parada fue el barrio de las Siete Vueltas, ubicado cerca de la Koutoubia.

Este barrio se distingue por sus estrechas calles y esquinas que te hacen girar constantemente, creando un auténtico laberinto con la arquitectura típica de la medina marroquí.

Medina de Marrakech
Medina de Marrakech

Recorriendo el Zoco de Marrakech

A continuación, nos adentramos en parte del zoco, aunque siendo viernes, muchas tiendas estaban cerradas. Aun así, paseamos por diferentes zonas organizadas por gremios, desde los talleres de hierro y cuero hasta los de fieltro, culminando en la sección dedicada a las alfombras.

Seguimos explorando el zoco hasta llegar a la zona central, donde nuestro guía nos explicó la estructura tradicional de una medina. La parte central es la religiosa, donde se encuentra la mezquita junto con su escuela coránica o medersa.

Alrededor de esta, está la zona comercial con los diversos comercios de artesanos. Finalmente, fuera del zoco pero siempre dentro de las murallas, se encuentra la zona residencial. Fuera de las antiguas murallas solo se encuentran los cementerios, aunque hoy en día, la ciudad moderna se ha expandido más allá de estas murallas históricas.

Medersa de Ben Youssef

Visitamos la Medersa de Ben Youssef, donde la entrada normalmente cuesta 50 dírhams, pero al hacer el recorrido con el Free Tour, obtuvimos un precio especial de 30 dírhams por persona.

Al entrar, nuestro guía nos ofreció una detallada explicación sobre la impresionante arquitectura de la Medersa y el rigor de los estudios coránicos que aún se imparten en este lugar histórico.

Nos contó cómo, en el pasado, más de 900 estudiantes vivían en el interior, apiñados en pequeños y estrechos cuartos, dedicados a sus estudios.

Después de la visita, continuamos nuestro recorrido por el zoco, pasando por la zona de las alfombras. Aquí, el guía nos explicó la interesante tradición de la subasta de alfombras que se celebra en una de las plazas alrededor de las 17:30.

Cada día, excepto los viernes, los diferentes artesanos traen sus alfombras para subastarlas entre los comerciantes, quienes luego las venden en sus tiendas. Fue fascinante aprender sobre este aspecto de la vida comercial en la medina, que combina tradición y comercio en un ambiente tan vibrante.

Comida en Chef Brahim

Desde allí, nos dirigimos a la Plaza Central, donde el tour concluyó alrededor de las 2 de la tarde. Con el apetito abierto, fuimos directamente a comer al restaurante Chef Brahim. Optamos por sentarnos en la terraza superior, un espacio cubierto y acogedor donde se estaba muy a gusto.

Decidimos probar el menú, que incluía una ensalada de primero, un tajine de segundo y un postre para cerrar. Las ensaladas fueron estupendas: una era la clásica marroquí con tomate, cilantro, cebolla y granada, y la otra, una ensalada caliente de berenjenas.

Los tajines, tanto el de pollo como el de cordero, estaban espectaculares, llenos de sabor y perfectamente cocinados. Para el postre, escogimos yogur natural y flan con caramelo, ambos igual de deliciosos.

Todo esto nos salió por 230 dírhams, sin incluir la propina, y también disfrutamos de un par de cafés para cerrar esta deliciosa comida.

Una experiencia gastronómica que realmente complementó nuestra jornada explorando Marrakech.

Palacio de la Bahía, Marrakech

Luego nos dirigimos al Palacio de la Bahía, pero un pequeño consejo para futuros viajeros: ten cuidado con el navegador, ya que a menudo te lleva solo hasta el perímetro exterior del recinto, y luego tendrás que bordearlo para encontrar la entrada principal.

Tras este pequeño desvío, llegamos al acceso, donde la entrada cuesta 70 dírhams por persona.

Una vez dentro, nos encontramos con bastante gente, pero el Palacio de la Bahía realmente merece la visita.

Aunque las estancias carecen de mobiliario, la riqueza de su decoración lo compensa.

Los detalles intrincados en las paredes, los techos maravillosamente ornamentados, y los patios, son verdaderas joyas arquitectónicas que transportan a otra época. Este palacio es parada obligatoria para cualquiera que quiera sumergirse en la historia y la belleza de Marrakech.

Historia del Palacio de la Bahía, Marrakech

El Palacio de la Bahía en Marrakech es una de las joyas arquitectónicas más destacadas de Marruecos, construido a finales del siglo XIX. Fue encargado por el gran visir Si Moussa y luego ampliado por su hijo, Ahmed ben Moussa (conocido como Ba Ahmed), quien lo destinó como residencia para su vasta familia y su harén.

Su nombre significa «brillanteza» o «esplendor», abarca unas 8 hectáreas y cuenta con más de 150 habitaciones, incluyendo patios, jardines y salones ricamente decorados con azulejos, estucos y madera tallada. Aunque fue diseñado para reflejar la grandeza y el poder del visir, también muestra la influencia de la arquitectura islámica andalusí y marroquí, con su intrincado trabajo en yeso y su uso de colores vibrantes.

La historia del Palacio de la Bahía es también un reflejo del poder político en Marrakech, ya que, tras la muerte de Ba Ahmed, fue saqueado y ocupado por las fuerzas coloniales francesas, que lo utilizaron como residencia del mariscal Lyautey durante el protectorado.

Hoy en día, el Palacio de la Bahía es un símbolo de la opulencia y el refinamiento de la élite marroquí de la época y es uno de los destinos turísticos más visitados en Marrakech, apreciado por su magnífica arquitectura y sus bellos jardines.

Paseo en Calesa

Regresamos al Riad para descansar un poco y recargar energías antes de continuar con nuestro recorrido.

Más tarde, salimos y nos dirigimos de nuevo a la Plaza Jemaa el-Fnaa para disfrutar de un paseo en calesa, algo que no podíamos dejar pasar.

Como es costumbre en Marrakech, la negociación fue parte del proceso. Aunque inicialmente nos pidieron 300 dírhams por media hora, logramos acordar una hora completa por veinte euros.

El paseo en calesa resultó ser una experiencia encantadora, llevándonos por un recorrido extenso que nos sacó del bullicio de la medina y nos permitió explorar la zona nueva de la ciudad. Fue un recorrido cómodo e interesante, ofreciendo una perspectiva diferente de Marrakech mientras nos relajábamos y disfrutábamos del entorno.

Cena sencilla en Marrakech

Después del paseo en calesa, regresamos a la Plaza Jemaa el-Fnaa, que por la noche estaba más vibrante que nunca, llena de vida y con aún más gente que el día anterior.

Dimos una vuelta para absorber el ambiente y luego nos dirigimos a la misma plaza donde cenamos la noche anterior. Esta vez, optamos por un sencillo pero sabroso menú en el Burger junto a la pizzería: bocadillos de pollo con patatas fritas y bebidas, todo por 126 dírhams, que con la propina llegó a 150 dírhams.

Por supuesto, no podíamos dejar de volver al puesto de zumos de granada que habíamos descubierto la noche anterior. Una vez con nuestros zumos en mano, paseamos de nuevo por la plaza, disfrutando de las vistas y sonidos que la hacen tan especial.

Finalmente, nos retiramos al Riad, donde cerramos la noche en la terraza con una taza de té, relajándonos y reflexionando sobre otro día increíble en Marrakech.

Marrakech, Tercer Día

Comenzamos nuestro tercer día en Marrakech,  y nos sumergimos por completo en la esencia de la ciudad. Con la libertad de explorar a nuestro ritmo, dedicamos la jornada a visitar los monumentos más emblemáticos y a perdernos entre los laberínticos pasillos del zoco, ahora vibrante y lleno de vida, a diferencia del día anterior durante el Free Tour.

El día comenzó con un desayuno en la terraza del Riad, donde pudimos observar cómo la Plaza Jemaa el-Fnaa se transforma entre la noche y el día.

Un bullicio vibrante y las luces titilantes de la noche dan paso a una aparente calma matutina, un respiro momentáneo antes de que los comerciantes llenen nuevamente la plaza con su energía y color.

Plaza De Jamaa el Fna Marrakech

Tumbas Saadíes de Marrakech

Comenzamos nuestro día con una visita a las Tumbas Saadíes, llegando poco después de las nueve de la mañana, cuando el lugar aún estaba casi desierto. Fue un acierto madrugar, ya que pudimos explorar con tranquilidad este sitio histórico sin la multitud habitual.

La entrada, a un costo de 70 dirhams, es más que justificada. El complejo, aunque no muy extenso, está lleno de detalles impresionantes, con estancias ricamente decoradas que se encuentran dispersas dentro de un encantador jardín. Sin embargo, debido a su tamaño reducido, visitar en horas de alta afluencia puede ser complicado, ya que el acceso a algunas de las estancias se realiza desde pequeños balcones donde la vista es limitada.

Por eso, llegar temprano es la mejor manera de apreciar este lugar sin las aglomeraciones que pueden entorpecer la experiencia.

Marrakech, Tumbas Saadies

Historia de las Tumbas Saadíes de Marrakech

Las Tumbas Saadíes de Marrakech son un sitio histórico de gran importancia, que data del período de la dinastía Saadí en Marruecos, que gobernó entre los siglos XVI y XVII. Estas tumbas fueron redescubiertas en 1917, tras haber sido ocultadas durante siglos por el sultán alauita Moulay Ismaíl, quien selló el acceso para borrar el legado de la dinastía rival.

Marrakech, Tumbas Saadies

El mausoleo alberga los restos de alrededor de 60 miembros de la familia Saadí, incluidos el sultán Ahmed al-Mansur y sus sucesores. El complejo está dividido en varias salas, la más destacada es la Sala de las Doce Columnas, que alberga la tumba de al-Mansur. Este lugar es famoso por su lujosa decoración, que incluye mármol de Carrara, mosaicos y tallados en madera de cedro, reflejando el esplendor del arte y la arquitectura islámicos de la época.

Las Tumbas Saadíes son un testimonio del poder y la sofisticación de la dinastía Saadí, y representan uno de los legados más impresionantes de Marrakech.

Museo Dar Si Said

Luego nos dirigimos al Museo Dar Si Said, situado a poca distancia del Palacio de la Bahía. Con una entrada accesible de 30 dirhams, este museo es una visita imprescindible en Marrakech. No solo ofrece la oportunidad de admirar la exquisita arquitectura del palacio y sus ricos adornos, sino que también alberga una fascinante exposición dedicada a la fabricación artesanal de alfombras. Este lugar te sumerge en la rica tradición marroquí, haciendo de la visita una experiencia cultural inolvidable que no puedes dejar pasar.

Marrakech Museo Dar Si Said

Historia del Museo Dar Si Said, Marrakech

El Museo Dar Si Said de Marrakech, ubicado en un palacio histórico en la medina, es uno de los museos más antiguos de la ciudad y un importante centro cultural. Fue construido en el siglo XIX por Si Said, hermano del gran visir Ba Ahmed, quien también mandó construir el Palacio de la Bahía. Originalmente, el edificio fue la residencia privada de Si Said antes de convertirse en museo.

Marrakech Museo Dar Si Said

El museo se dedica a la artesanía tradicional marroquí, especialmente a los objetos de madera tallada, alfombras, cerámicas, joyas, y textiles. Una de las piezas más destacadas es la colección de alfombras bereberes y las puertas de madera tallada, que muestran la maestría artesanal de las diferentes regiones de Marruecos.

El palacio en sí es un ejemplo impresionante de la arquitectura marroquí, con sus patios ajardinados, fuentes y decoraciones intrincadas en yeso y madera. Además de su valor arquitectónico, el museo ofrece una visión profunda de la riqueza cultural y artística de Marruecos, mostrando cómo se han mantenido vivas las tradiciones artesanales a lo largo de los siglos.

En resumen, el Museo Dar Si Said es un lugar imprescindible para quienes deseen conocer la historia y la riqueza del arte tradicional marroquí, además de disfrutar de la belleza de un palacio histórico bien conservado.

Museo de Marrakech

Museo de Marrakech
 

Después, nos dirigimos hacia las proximidades del zoco, donde se encuentra el Museo de Marrakech, el último destino programado para el día. La entrada, de 50 dirhams, vale la pena solo por admirar el impresionante patio principal cubierto, una verdadera joya arquitectónica. Aunque el resto de las estancias, que exhiben pinturas y armas, pueden no ser tan impactantes, los artesonados de los techos son dignos de admiración.

Al salir, encontramos un encantador patio donde nos relajamos a la sombra, disfrutando de un delicioso café expreso por 20 dirhams. Este rincón tranquilo fue el lugar perfecto para hacer una pausa y decidir cuál sería nuestro recorrido el resto del día en Marrakech.

Museo de Marrakech

Historia Museo de Marrakech

El Museo de Marrakech, ubicado en un magnífico palacio del siglo XIX conocido como el Palacio Mnebhi, es uno de los sitios culturales más importantes de la ciudad. Este palacio fue construido a finales del siglo XIX por Mehdi Mnebhi, un ministro de defensa bajo el sultán Moulay Abdelaziz.

Durante el período del protectorado francés, el edificio sirvió como residencia para oficiales militares y fue posteriormente restaurado y convertido en museo en 1997 por la Fundación Omar Benjelloun.

Alberga una colección diversa que incluye  cerámicas, manuscritos históricos, y joyería marroquí. Sin embargo, lo que realmente destaca es la arquitectura del palacio en sí, especialmente su impresionante patio central cubierto por una gran araña de cristal, que combina elementos de diseño islámico y andalusí con mosaicos, yesería tallada y una fuente central.

El Museo de Marrakech es un lugar donde se entrelazan la historia, el arte y la arquitectura, ofreciendo a los visitantes una visión profunda del patrimonio cultural marroquí dentro de un entorno que refleja el estilo de vida de la antigua élite de Marrakech.

Aquí teneís el video con el resumen de las visitas a los monumentos que realizamos en Marrakech

Recorrido por el Zoco y la Medina

Para continuar nuestro recorrido, decidimos asistir a la subasta de cuero, de la que nos habían hablado durante el free tour del día anterior. Antes de entrar al museo, pasamos por la zona de la subasta y ya había algunas personas con pieles, pero al regresar después de nuestra visita, alrededor de las 12:30, el lugar estaba abarrotado de gente. Todos eran locales, inmersos en el frenético intercambio de pieles, y prácticamente éramos los únicos turistas presentes.

Mercado del Cuero Marrakech

Afortunadamente, llegamos a tiempo, ya que la subasta se realiza en un estrecho callejón donde apenas se puede caminar, con pieles extendidas por el suelo y personas negociando a ambos lados. Fue una experiencia auténtica y vibrante, que realmente valió la pena, sumergiéndonos en la cultura local de una manera única.

Zoco de los artesanos Marrakech

Nos adentramos en el laberinto del zoco de los artesanos, dejándonos llevar por el flujo de la multitud sin un destino fijo. Siguiendo los ríos de gente, nos encontramos sin darnos cuenta en la plaza central, donde concluimos nuestra visita al zoco.

Medina de Marrakech

Para nuestra sorpresa, los vendedores no resultaron insistentes en ningún momento; bastaba con decir «no, gracias» para que respetaran nuestra decisión sin presionarnos. Fue una experiencia agradable, libre de agobios.

Chef Brahim restaurante Marrakech
Chef Brahim restaurante Marrakech

Llegada la hora de comer, decidimos volver al restaurante del chef Brahim, donde habíamos disfrutado tanto el día anterior. Esta vez optamos por un menú diferente.

Repetimos las ensaladas frescas, pero Manoli se decidió por unas salchichas a la brasa, acompañadas de verduras, arroz y patatas fritas. El plato, generoso, tenía un sutil toque picante que le daba carácter.

Yo, por mi parte, elegí un cuscús con carne de vacuno, un plato contundente que llegó en una especie de tajine, con el cuscús en la base, coronado por verduras y carne.

Lo acompañaba una salsa con un delicado toque de canela que humedecía el cuscús y realzaba los sabores. Sinceramente, con un plato de esos, uno queda más que satisfecho.

De postre, ambos optamos por la ensalada de naranja y canela, un final refrescante y ligero. La naranja dulce, espolvoreada con canela, fue el cierre perfecto para la comida. Para beber, compartimos una botella de agua grande y una Coca-Cola.

La cuenta ascendió a 195 dirhams, y con la propina, 220 dirhams. Considerando la calidad y cantidad de la comida, nos pareció una barato.

Después de comer, volvimos al Riad para descansar un rato, ya que la caminata por el zoco había sido larga y necesitábamos recargar energías.

Visita al Marrakech Moderno

Marrakech, zona nueva

Al caer la tarde, salimos a la avenida donde se alza la majestuosa mezquita. Allí, nos abordaron unos hombres que ofrecían taxis. Aceptamos su ayuda y rápidamente nos encontraron un taxista. Sin embargo, al preguntar el precio para llevarnos hasta la plaza Gueliz, nos pidieron setenta dírhams, lo cual nos pareció excesivo, así que decidimos seguir caminando.

Más adelante, vimos un pequeño taxi estacionado. Es importante destacar la diferencia entre los taxis grandes y pequeños: los grandes pueden llevar a más personas, mientras que los pequeños, aunque del mismo color, solo permiten un máximo de tres pasajeros. Este taxista nos ofreció el trayecto por 50 dírhams, argumentando que el tráfico estaba muy denso, lo cual era cierto.

Marrakech, zona nueva

Zona comercial Nuevo Marrakech

Aceptamos el precio y nos llevó hasta la plaza, justo al comienzo de la zona comercial del nuevo Marrakech. Allí, disfrutamos de un largo paseo por la zona, que es totalmente distinta a la medina y el zoco. La avenida es amplia, limpia y tranquila, con tiendas de las marcas más reconocidas, un centro comercial con muchas tiendas, y un gran supermercado en el sótano. Todo estaba muy ordenado y moderno.

Recorrimos la zona, observando los diversos comercios y terrazas donde se podía tomar algo. Nos encontramos con lugares familiares como Starbucks, Burger King, McDonald’s y otros restaurantes de comida rápida, un contraste notable con el ambiente tradicional de la medina.

Marrakech, zona nueva

Al finalizar nuestro recorrido, empezamos a caminar de regreso, y pronto se detuvo otro taxi para ofrecernos sus servicios. Le preguntamos cuánto costaría llevarnos de vuelta a la plaza, y nos dijo que cinco euros, lo cual nos pareció razonable, así que aceptamos. Aunque ya llevaba una pasajera, decidió tomar un desvío para evitar el tráfico infernal que congestionaba toda la avenida.

Finalmente, nos dejó frente a la gasolinera que está justo al lado de la plaza. Pagamos los 50 dírhams acordados y regresamos a la plaza, que estaba más abarrotada de gente que en cualquiera de nuestras visitas anteriores.

Cena en restaurante con Espectáculo Dar es Salam

Nuestra velada de despedida de Marrakech fue en el restaurante con espectáculo Dar es Salam, una auténtica experiencia para despedirnos de la Ciudad Roja.

Teníamos reserva y nos acomodaron en uno de los multiples comedores que tiene el local, perfectamente decorado y ambientado.

Llegamos un poco antes de las 8:00 de la tarde y tuvimos la suerte de ser ubicados en uno de los comedores en primera fila. Es importante llegar temprano, ya que los asientos se asignan por orden de llegada, y aunque la vista es buena desde cualquier lugar, estar en primera fila añade un toque extra a la experiencia.

Restaurante Dar es Salam Marrakech

Mientras musicos ambientaban la cena comenzamos con un surtido de ensaladas, presentadas en pequeños platitos, cada una con su propio carácter y sabor.

Probamos seis variedades diferentes, todas exquisitas, junto con unos brivanes que también nos sorprendieron gratamente.

Restaurante Dar es Salam Marrakech

Comida Típica Marroquí

Para el plato principal, nos deleitamos con una pástela de verduras y queso, seguida de un tajín de ternera con miel, almendras y ciruelas que estaba simplemente espectacular, con sabores ricos y abundantes porciones.

El postre fue un cierre perfecto: una pástela de crema y otro dulce cuyo nombre no recordamos, pero que era una especie de pan empapado en miel y cubierto con almendras.

Después, el tradicional té a la menta acompañado de pastitas completó la experiencia, de bebida pedimos una botella de vino y otra de agua.

Durante la cena y los postres se fueron sucediendo diversas actuaciones que culmino en un número final donde llegaron a bailar hasta los camareros.

El precio total fue de 760 dirhams, propina aparte, lo que nos pareció un regalo, especialmente al pagar con tarjeta y hacer la conversión a euros: ¡solo 69 €! Además del excelente precio, el espectáculo fue muy entretenido, con un servicio que no podría haber sido mejor.

Restaurante Dar es Salam Marrakech

Aquí teneis el video de los recorridos que hicimos por la medina y el zoco de Marrakech.

Marrakech, Cuarto día

En nuestro último día en la encantadora Ciudad Roja, nos preparamos para despedirnos de sus vibrantes colores y aromas. A las 11 de la mañana, dejamos nuestra habitación en el Riad, aunque amablemente nos guardaron el equipaje en recepción hasta la hora de nuestro traslado al aeropuerto, previsto para las 18:30. Con el vuelo programado para las 21:40, aún disponíamos de varias horas para sumergirnos por última vez en la medina, disfrutando de sus callejuelas y haciendo algunas compras de última hora antes de regresar a casa.

Abandonando Marrakech

A la hora acordada, el mismo hombre que nos había ayudado a nuestra llegada apareció con su carrito para transportar nuestras maletas a través de los estrechos callejones.

Tuvimos una pequeña aventura cuando encontramos una moto aparcada bloqueando el paso, un chico amable se unió a nosotros para levantar el carrito y pasarlo por encima de la moto, superando el obstáculo.

Continuamos hacia la salida de la plaza, donde el coche ya nos esperaba junto a una gasolinera para llevarnos al aeropuerto.

Traslado al Aeropuerto

Al llegar al aeropuerto, las medidas de seguridad fueron sencillas y rápidas. Pasamos nuestras maletas por el escáner sin complicaciones; solo nos preguntaron si llevábamos un dron, y al responder que no, todo fue sin problemas.

Primero, nos dirigimos al mostrador de facturación para obtener nuestras tarjetas de embarque, ya que aunque no llevábamos equipaje facturado, es un paso obligatorio.

Encontramos un control de seguridad bien organizado, con una separación entre hombres y mujeres, pero sin demoras.

Ya en la zona de embarque, aprovechamos para cenar en un restaurante de comida rápida. Curiosamente, aceptaban tanto dirhams como euros, con los precios indicados en euros, lo que resultó conveniente.

Incluso encontramos una zona de fumadores, sorprendentemente bien acondicionada.

El embarque fue rápido y sin contratiempos, despegando casi 15 minutos antes de la hora prevista. Al aterrizar en Málaga, la salida sin necesidad de pasar por controles adicionales, lo que facilitó la recogida rápida del coche en el aparcamiento y el retorno a casa.

Conclusiones y Consejos

Marrakech, la fascinante Ciudad Roja, es el destino perfecto para una escapada de 4 días. A solo un corto y económico vuelo desde España, te espera un mundo completamente diferente, donde no necesitas mucho equipaje, solo ganas de explorar.

Este destino, más asequible que muchas ciudades europeas, ofrece una impresionante variedad de alojamientos que se adaptan a todos los presupuestos, desde lujosos riads hasta opciones más modestas.

Marrakech es un verdadero tesoro cultural, con una medina que te transporta a otra época, envolviéndote en una atmósfera llena de historia, colores vibrantes, y aromas exóticos. Aquí, cada rincón cuenta una historia y cada visita te sumerge más en una cultura rica y auténtica.

Una escapada a Marrakech es una oportunidad para desconectar y descubrir una ciudad que, a solo unas horas de casa, te hace sentir como si hubieras viajado a un mundo lejano.

Alojamiento

Si estás planeando visitar Marrakech, te recomendamos alojarte en uno de los encantadores riads que se encuentran dispersos por toda la medina.

Estos alojamientos tradicionales ofrecen una experiencia auténtica, pero es importante tener en cuenta algunas particularidades.

Los riads suelen ser edificios históricos, por lo que no siempre cuentan con todas las comodidades modernas. Las escaleras son comunes y los ascensores son un lujo poco habitual.

Las habitaciones, aunque acogedoras y llenas de encanto, tienden a ser compactas, al igual que los baños, que pueden ser pequeños y sencillos.

Riad Andalla Marrakech

Alojamiento en Riad

Además, es poco probable que puedas llegar en vehículo hasta la puerta del riad, ya que las callejuelas de la medina son estrechas y serpenteantes.

Esto significa que tendrás que recorrer un tramo a pie con tus maletas, o puedes contratar la ayuda de un local que, por una pequeña propina, te llevará hasta tu alojamiento con un carrito de mano.

La mayoría de los riads incluyen el desayuno en su oferta, y algunos también cuentan con servicio de comidas.

Sin embargo, no tendrás que ir muy lejos para encontrar una gran variedad de restaurantes que ofrecen desde cocina tradicional marroquí hasta opciones internacionales.

La mayor ventaja de alojarse en un riad es su exquisita decoración tradicional, que te sumerge en la cultura local desde el primer momento.

Al estar ubicados en el corazón de la medina, solo tienes que salir a la calle para encontrarte rodeado de la magia y el bullicio de Marrakech, con sus mercados, colores vibrantes, y aromas exóticos.

Si prefieres las comodidades de un hotel moderno con todos los servicios, también encontrarás excelentes opciones en la parte nueva de Marrakech, con una amplia gama de precios.

Sin embargo, ten en cuenta que estarás un poco alejado del encanto de la medina, y tendrás que desplazarte en vehículo para visitarla, perdiéndote parte de la auténtica experiencia marroquí.

En resumen, si buscas vivir Marrakech en su esencia más pura, alojarte en un riad es una elección inmejorable.

Riad Andalla Marrakech

Cambio de Moneda y Tarjetas

Si estás planeando una visita a Marrakech, es fundamental organizar bien cómo manejar tu dinero.

La mejor opción es llevar efectivo y cambiarlo en una de las numerosas casas de cambio que encontrarás por la medina. Evita cambiar dinero en el aeropuerto, ya que las tasas de cambio suelen ser desfavorables.

Es importante tener en cuenta que las tasas de cambio pueden variar significativamente entre diferentes casas de cambio.

La más recomendada, conocida por ofrecer una de las mejores tasas, se encuentra en los bajos del Hotel Ali, justo en la icónica Plaza Jemaa el-Fnaa. Es fácil de localizar, ya que suele tener una notable afluencia de clientes.

Si bien hay algunos cajeros automáticos en la medina, no son abundantes y suelen aplicar comisiones altas, lo que los convierte en una opción menos atractiva para sacar efectivo.

Además, aunque las tarjetas de crédito son aceptadas en establecimientos más grandes o en hoteles y restaurantes importantes, la mayoría de los pequeños comercios y puestos en la medina prefieren pagos en efectivo.

En muchos lugares también aceptarán euros o dólares estadounidenses, pero la tasa de cambio dependerá del comerciante, lo que puede resultar en un cambio menos favorable.

Por ello, la mejor opción es siempre pagar en la moneda local, el dirham marroquí.

En resumen, para disfrutar al máximo de tu estancia en Marrakech y evitar complicaciones, asegúrate de llevar efectivo y cambiarlo en las casas de cambio recomendadas en la medina.

Esto te permitirá aprovechar mejor tus compras y disfrutar de la ciudad sin preocupaciones financieras.

Seguridad

Durante nuestra visita a Marrakech, nos sentimos seguros en todo momento. Nos movimos con total libertad por la ciudad, explorando la medina y el zoco tanto de día como de noche, aunque evitamos andar por las callejuelas a altas horas de la madrugada.

La famosa Plaza Jemaa el-Fnaa, conocida como «la plaza que nunca duerme», es un lugar vibrante y lleno de vida hasta bien entrada la noche. Aquí, te encontrarás rodeado de gente y comercios abiertos, y la presencia policial es notable, lo que refuerza la sensación de seguridad.

En nuestro free tour, nos recomendaron evitar el barrio judío (Mellah) por la noche, así como las zonas periféricas de la medina y los callejones desiertos a altas horas.

Aunque Marrakech es una ciudad en la que te sentirás seguro, estos consejos son útiles para maximizar tu tranquilidad. Además, hay que tener en cuenta que, más allá de ciertas horas, la oferta turística disminuye, por lo que no hay mucho que ver o hacer en la calle muy de madrugada.

En definitiva, Marrakech es una ciudad que se puede disfrutar con confianza, especialmente si sigues algunas precauciones básicas, como evitar áreas menos transitadas en la noche.

Con sentido común y un poco de planificación, podrás explorar esta fascinante ciudad sin preocupaciones y sumergirte en su vibrante cultura día y noche.

Comidas

La oferta gastronómica en Marrakech es un verdadero festín para los sentidos, con opciones que van desde la vibrante comida callejera hasta restaurantes de cocina más sofisticada.

Mientras recorres la ciudad, te encontrarás con innumerables puestos de comida que te tentarán con sabores tradicionales marroquíes, así como con restaurantes de estilo medio e incluso alta cocina.

La gastronomía marroquí es rica y diversa, pero si prefieres algo más familiar, también hay abundantes opciones internacionales.

No tendrás ningún problema en encontrar comida rápida, como pizzas o bocadillos, si eso es lo que buscas.

Consumo de Alcohol en Marrakech

Dado que Marruecos es un país musulmán, el consumo de alcohol está restringido. Sin embargo, encontrarás opciones en algunos hoteles y establecimientos más internacionales.

También hay bares con licencia para vender ciertos licores y cervezas, aunque debes tener en cuenta que los precios suelen ser más altos que el costo de vida general del país.

Una de las joyas de la oferta gastronómica en Marrakech son los zumos de frutas frescas, que se preparan al momento en los numerosos puestos callejeros.

Los precios son asequibles y la calidad es excelente. No te pierdas la oportunidad de probar el zumo de granada recién exprimido, una delicia que no es común en España debido al precio más elevado de esta fruta.

En la parte moderna de Marrakech, encontrarás las cadenas de comida rápida habituales que se ven en cualquier parte del mundo.

Sin embargo, si eres un amante de la comida callejera como nosotros, te recomendamos que te sumerjas en las opciones tradicionales que la ciudad ofrece.

La comida callejera en Marrakech es una experiencia en sí misma, llena de sabores auténticos y experiencias culinarias que no querrás perderte.

Restaurante Chef Brahim Marrakech

Internet y Llamadas

Al llegar al aeropuerto de Marrakech, te recibirán los mostradores de las principales operadoras de telefonía, donde podrás adquirir una SIM para turistas con conexión a internet y llamadas.

La variedad de opciones es amplia, por lo que te recomendamos elegir la que mejor se ajuste a tus necesidades.

La mayoría de los alojamientos en Marrakech cuentan con conexiones a internet de velocidades decentes, y muchos restaurantes también ofrecen Wi-Fi a sus clientes.

Sin embargo, adquirir una SIM en el aeropuerto es una excelente opción, ya que te configurarán el móvil de inmediato, permitiéndote tener datos desde el primer momento en que llegues a la ciudad.

Tener datos móviles es fundamental para orientarte en la medina, especialmente si utilizas aplicaciones de mapas. Nosotros usamos Google Maps sin ningún problema, descargando previamente los mapas en la opción «mapas sin conexión».

Es importante recordar que la medina es un laberinto de callejuelas estrechas, donde la ubicación exacta puede ser difícil de precisar.

Con los datos móviles, la aplicación te guiará lo suficiente como para saber si vas en la dirección correcta. Y en caso de que te desvíes, no te preocupes, siempre encontrarás otra calle que te llevará a tu destino, aunque implique caminar un poco más.

En resumen, adquirir una SIM con datos móviles en el aeropuerto es una inversión que te permitirá explorar Marrakech con mayor libertad y confianza, asegurando que puedas navegar por la ciudad sin perderte y aprovechar al máximo tu tiempo en esta fascinante urbe.

Plaza De Jamaa el Fna Marrakech

Y así llegamos al final de nuestra emocionante aventura de 4 días en Marrakech. Esta experiencia, que recomendamos sin reservas, te permite en solo unas pocas horas de vuelo sumergirte en una cultura y unas costumbres radicalmente distintas a las nuestras.

Esperamos que nuestros consejos te sean útiles si estás planeando tu propia visita a la encantadora Ciudad Roja. ¡Marrakech te espera con sus vibrantes colores, aromas exóticos y una magia que solo se encuentra en este rincón del mundo!

Últimos Videos

Ultimas Entradas

🎊 Día 3 en Las Vegas

En el tercer día en Las Vegas exploramos la majestuosa Hoover Dam, vivimos un momento mágico renovando nuestros votos en la Graceland Wedding Chapel con Elvis y disfrutamos del espectáculo acuático “O” del Cirque du Soleil en el Bellagio. Un día hecho para recordar.

Las Vegas

🎲 Día 2 en Las Vegas: iconos del Strip al completo

En el segundo día en Las Vegas recorrimos los grandes iconos del Strip: subimos al mirador del The STRAT, visitamos el Luxor, Paris y Venetian, vimos la tormenta del Planet Hollywood y el volcán del Mirage. Un día de luces, temáticas y pura magia americana.