El día arrancó con una estampa mágica: la niebla cubriendo el Guadalquivir.
Desde nuestro alojamiento caminamos pocos minutos hasta la parada del autobús 3 frente a la estación de Armas. En tres paradas nos deja en la entrada del Parque de María Luisa, donde comenzamos a pasear disfrutando del frescor matinal y del silencio que se siente antes del bullicio del día.
🌿 Primer paseo al Parque de María Luisa: historia, vegetación y curiosidades
El Parque de María Luisa es mucho más que un simple jardín público: es el pulmón verde de Sevilla, un espacio cargado de historia, arte, arquitectura y simbolismo.
🏞 Historia y origen
Originalmente los terrenos formaban parte de los jardines privados del Palacio de San Telmo, propiedad de los duques de Montpensier. En 1849 compraron esas fincas y encargaron al jardinero francés André Lecolant un diseño de jardines al estilo romántico inglés y francés.
En 1893, María Luisa Fernanda de Borbón, esposa del duque, donó esos jardines a la ciudad de Sevilla para que sirvieran como espacio público.
Abrió al público el 18 de abril de 1914, aunque desde entonces ha sido objeto de modificaciones, especialmente con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, momento en que se integraron plazas como la Plaza de España y América al conjunto del parque.
El arquitecto Jean-Claude Nicolas Forestier fue el responsable del replanteo paisajístico del parque, con intervención desde 1911.
En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural, categoría Jardín Histórico.
📐 Extensión, vegetación y características
Ocupa una superficie aproximada de 340.000 m² (34 hectáreas) según el Ayuntamiento de Sevilla.
En el parque conviven especies variadas como ciprés de los pantanos, arrayanes, adelfas, rosaledas, magnolios y árboles centenarios.
Dentro del parque se encuentran plazas y glorietas con nombres literarios: glorietas dedicadas a Bécquer, Goya, Hermanos Machado, entre otros.
⏰ Horario de apertura actualizado
Disfrutamos del paseo por este auténtico pulmón verde en pleno corazón de Sevilla.
Sorprende la tranquilidad que se respira: cuesta creer que estemos en el centro de una gran ciudad.
Entre senderos sombreados y rincones llenos de encanto, nos detenemos a contemplar cómo varias cotorras se bañan alegremente en una de las fuentes, mientras un majestuoso cisne blanco se mece con calma en las aguas del estanque.
Una escena que transmite paz y nos invita a disfrutar sin prisas de este oasis sevillano.
🏛 Museo de Artes y Costumbres Populares (Palacio Mudéjar)
Dentro del parque se encuentra el Palacio Mudéjar, sede del Museo de Artes y Costumbres Populares de Andalucía.
Allí visitamos una exposición de fotografías sobre fiestas y eventos andaluces, seguida de la exposición permanente sobre usos y tradiciones. En total, la visita nos llevó algo más de media hora, siendo bastante interesante.
Datos relevantes
El museo fue creado en 1972 para conservar el patrimonio etnológico andaluz.
El edificio tiene su origen en diversos usos anteriores antes de convertirse en museo.
Se ha utilizado también como escenario de rodajes, dada su estética y encanto. Wikipedia+1
Horario de visita actualizado
De martes a sábado: 09:00 a 21:00 h festivos: 09:00 a 15:00 h
Lunes: cerrado, salvo vísperas de festivo
Precio de entrada
Entrada general: 1,50 €
Gratuita para ciudadanos de la UE acreditados, además de estudiantes con carnet internacional
🏛 Plaza de España: monumentalidad sevillana
Dejamos atrás los caminos del Parque de María Luisa para encontrarnos con una de las joyas arquitectónicas más impresionantes de Sevilla —y probablemente de toda España—: la Plaza de España.
Diseñada por el arquitecto Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929, esta obra maestra del regionalismo andaluz combina a la perfección elementos del Renacimiento, el Mudéjar y el Barroco, dando forma a un conjunto simplemente espectacular.
La plaza tiene una extensión de 50.000 metros cuadrados, con un canal de 515 metros de longitud que puedes recorrer en barca, atravesado por cuatro puentes que simbolizan los antiguos reinos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra.
Su forma semicircular representa el abrazo de España a las antiguas colonias de América, mientras que el edificio principal mira hacia el Guadalquivir, como símbolo del camino hacia el Nuevo Mundo.
Cada una de las 48 provincias españolas (entonces sin incluir las islas) está representada en los bancos de azulejos que rodean la plaza, detalle que la convierte en un recorrido artístico por todo el país.
Miles de turistas buscan cada día su provincia para tomarse una foto, lo que la ha convertido en una de las imágenes más icónicas de Sevilla.
El conjunto es tan cinematográfico que ha sido escenario de películas internacionales como Lawrence de Arabia (1962), Star Wars: Episodio II – El ataque de los clones (2002) o El dictador (2012).
Pese a su monumentalidad, sigue siendo un lugar vivo, donde músicos, pintores y bailarines flamencos llenan de arte y color cada rincón, creando una atmósfera mágica difícil de olvidar.
🕒 Horario de visita: abierto todos los días, las 24 horas.
💶 Entrada: gratuita.
🌐 Web oficial: www.visitasevilla.es/plaza-de-espana
🏤 Ruta entre Monasterios, tabaco y Archivo de Indias
Tras dejar atrás la Plaza de España, seguimos nuestro recorrido entre algunos de los edificios más emblemáticos de Sevilla, que en pocos metros concentran siglos de historia y poder.
Comenzamos por la Real Fábrica de Tabacos, hoy sede de la Universidad de Sevilla, un edificio monumental construido en el siglo XVIII y considerado uno de los mejores ejemplos del barroco industrial español.
Fue la primera fábrica de tabacos de Europa y, durante décadas, la más importante del mundo. En su interior trabajaron miles de mujeres conocidas como cigarreras, cuya figura inspiró el famoso personaje de Carmen en la ópera de Bizet. Pasear junto a sus muros y patios es imaginar aquel bullicio de tiempos pasados.
A pocos pasos se encuentra el Palacio de San Telmo, actual sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, que en sus orígenes fue un colegio para navegantes fundado en el siglo XVII bajo la advocación de San Telmo, patrón de los marineros.
Con su llamativa portada churrigueresca, es una de las fachadas más fotografiadas de la ciudad. Entre sus anécdotas curiosas, destaca que fue residencia de los duques de Montpensier y escenario de grandes recepciones de la aristocracia europea en el siglo XIX.
Finalmente, llegamos hasta el edificio de la Casa de Contratación, sede del actual Archivo General de Indias, y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con la Catedral y el Real Alcázar.
Al llegar, tuvimos la suerte de unirnos a una visita guiada que acababa de comenzar —no habíamos podido reservar porque estaba completa, pero falló gente y nos aceptaron—. El precio fue de 12 € por persona, con una duración de algo más de hora y media, y la verdad es que mereció la pena.
El acceso al edificio es gratuito, pero si no conoces su historia te pierdes gran parte de su esencia.
La visita guiada nos permitió entender cómo este lugar, mandado construir por Felipe II en 1572, para centralizar toda la documentación referente a las colonias españolas en América.
Hoy alberga más de 43.000 legajos y 80 millones de páginas de documentos, entre los que se encuentran mapas, cartas y tratados firmados por figuras como Cristóbal Colón, Hernán Cortés o Francisco Pizarro.
Dentro apenas se muestran documentos originales (se guardan en los sótanos del edificio por motivos de conservación), pero el guía te ayuda a imaginar cómo funcionaba el sistema, cómo se clasificaban los archivos y cómo Sevilla se convirtió en el gran puerto del comercio con las Indias.
El recorrido por sus estancias y su elegante patio central, obra de Juan de Herrera, es un auténtico viaje en el tiempo.
La entrada incluye un pequeño control de seguridad, aunque no suele haber colas y el acceso es bastante ágil. Desde luego, recomendamos hacer la visita guiada, porque aunque el edificio es bello por sí mismo, sin la explicación histórica se pierde parte de su grandeza.
🕒 Horario de visita del Archivo de Indias (2025):
De martes a sábado: 9:30 – 17:00 h
Domingos y festivos: 10:00 – 14:00 h
Lunes: cerrado
💶 Entrada: gratuita (visita guiada opcional aprox. 12 €)
🌐 Web oficial: www.culturaydeporte.gob.es/archivos-de-indias
🍷 Tapeo en la Bodega Díaz Salazar: tradición y sabor en pleno centro
Después de la visita guiada al Archivo de Indias, nos adentramos de nuevo por las calles del centro buscando algún buen sitio para tapear —queríamos evitar lo que pasó el día anterior—.
Esta vez había más gente por la zona, pero tuvimos suerte: en el interior de la Bodega Díaz Salazar encontramos una mesa alta con taburetes libre, aunque el local estaba a rebosar y las mesas bajas estaban reservadas para comer.
El ambiente es el de una taberna sevillana de las de siempre, con ese bullicio alegre y el aroma a buen vino que se mezcla con el de las tapas recién hechas. El servicio fue espectacular, rápido y muy amable, y la cerveza, bien fría, perfecta para el momento.
Probamos cinco montaditos diferentes —solo repetimos el de pringá— y todos estaban de diez: pringá, solomillo en salsa, chorizo picante, gambas con alioli y serranito. Acompañamos con seis cervezas y la cuenta fue de 33,60 €. Un lugar muy recomendable para quienes disfrutan del tapeo auténtico, sin pretensiones y con sabor a Sevilla en cada bocado.
⛴️ Paseo en barco por el Guadalquivir: una mirada diferente de Sevilla
Después del tapeo, nos fuimos caminando hasta la ribera del Guadalquivir, ese río que da vida y carácter a Sevilla.
Allí, en uno de los muchos quioscos con terracita que abundan junto al paseo, nos tomamos unos cafés mientras esperábamos la salida del barco. Las embarcaciones salen a las horas en punto, y hacer el paseo es una forma muy agradable de ver la ciudad desde otra perspectiva.
El billete cuesta 20 € por persona, y el recorrido dura una hora. El barco parte junto a la Torre del Oro, uno de los símbolos más icónicos de la ciudad, y desde allí desciende hasta el Puente de las Delicias, para luego remontar el curso del río hasta la Isla de la Cartuja, muy cerca del Puente del Alamillo, antes de regresar de nuevo al punto de partida.
Durante el trayecto, el vaivén tranquilo del agua y la panorámica de Sevilla desde el Guadalquivir hacen que la experiencia sea relajada y muy recomendable, sobre todo al atardecer, cuando la luz del sol tiñe los puentes y edificios de tonos dorados.
⛪ Iglesia de Santa María Magdalena y Capilla de Montserrat: tradición y devoción en el corazón de Sevilla
Nos encaminamos de nuevo hacia el centro para visitar la Real Parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla, situada en la plaza del mismo nombre.
Tuvimos que esperar un poco, ya que abre a las 18:30 h, pero mereció totalmente la pena.
La entrada es libre, y al cruzar sus puertas te recibe una decoración impresionante, con un interior que respira historia y arte por cada rincón. Su arquitectura barroca y los detalles dorados del retablo mayor son una auténtica joya, aunque se nota que el templo está en proceso de restauración, algo necesario pero que no le quita ni un ápice de encanto.
Desde esta iglesia salen cuatro cofradías en Semana Santa, lo que da una idea de su importancia dentro de la vida religiosa y cultural sevillana.
Justo enfrente se encuentra la Capilla de la Virgen de Montserrat, mucho más pequeña y sencilla, pero con una atmósfera íntima que invita al recogimiento.
Destaca su altar cerámico y las imágenes de gran belleza, que hacen que valga la pena detenerse unos minutos a contemplarlas. El acceso también es libre, y aunque contrasta con la grandiosidad de la Magdalena, ambas forman un conjunto perfecto para los amantes del arte y la devoción.
Con la visita a la Virgen de Montserrat pusimos punto y final a nuestro recorrido por Sevilla.
Ya pesaban los días y las piernas, pero también la satisfacción de haber disfrutado a fondo de una ciudad que te atrapa desde el primer momento.
📌 Resumen del Día 4
Lugares destacados
- Parque de María Luisa
- Museo de Artes y Costumbres Populares
- Plaza de España
- Archivo de Indias
- Tapeo en la Bodega Díaz Salazar
- Paseo en barco por el Guadalquivir
- Iglesia de Santa María Magdalena y Capilla de Montserrat
Han sido cuatro días intensos y maravillosos, donde cada rincón nos ha sorprendido: desde la monumental Catedral y el imponente Alcázar, hasta el encanto verde del Parque de María Luisa o la impresionante Plaza de España, que deja sin palabras.
Hemos paseado por su historia en la Casa de Pilatos, el Palacio de Dueñas o el Archivo de Indias, y nos hemos dejado llevar por el sabor de sus bares, sus tapas y ese ambiente sevillano que lo llena todo.
Sevilla no es una ciudad para verla en un día, ni mucho menos.
Hay que vivirla con calma, perderse por sus calles, escuchar su música y dejarse envolver por su luz.
Tres o cuatro días son lo mínimo para sentir su embrujo, disfrutar de su gente y empaparse de esa mezcla perfecta de historia, arte y vida que la hace única. Porque, cuando uno se despide de Sevilla, lo hace con una sonrisa… y con ganas de volver. 💃🌇
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